COVID-19 y ser Zombie en Alemania





Ex Aeropuerto de Berlín- Tempelhof que en 2010 se inauguró como parque público. Además de ser un parque, acá viven en contenedores miles de refugiados.

Mientras el mundo está en gran parte paralizado por el pánico de masas engendrado con la excusa del COVID-19, en Berlín la gente se pasea por las calles, toma sol en los parques y hace apenas colas para ir al supermercado. No hay un clima tenso.

¿Qué pasa? ¿Por qué en lugares como Berlín no se necesita o no se implanta el confinamiento?

A mi entender Alemania no aprovecha la oportunidad como otros estados para encerrar a sus ciudadanos y suspender la democracia hasta próximo aviso, instalando así dictaduras, porque no lo necesita. Este país ya llegó a niveles de control impensados.

Respetar las normas para el alemán promedio no supone grandes esfuerzos, por el contrario, éste va a trabajar para el estado que a cambio le paga con subsidios y pensiones. Con el Corona obviamente los subsidios se multiplicaron (al punto que los trabajadores independientes pudieron cobrar 5 mil euros cada uno). Por lo tanto si el estado dice por acá no se camina, los alemanes no caminan, si dice distancia de un metro y medio, los alemanes casi como si pudieran medirlo milimétricamente, cumplen el metro y medio (de hecho nunca fueron de acercarse mucho). Y lo que más hacen y disfrutan de hacer, es corregir y amedrentar al que por algún motivo no lo está haciendo, como cuando cruzas en rojo la calle o hablas alto en el transporte público. Son como zombis, pero policías zombis o zombis sobornados por el Estado. Hay quien dirá aun, que todos deberíamos ser como los alemanes.

Quizás para entender como funciona este mecanismo sofisticado de control, sin Big Data ni una tecnología despampanante, es necesario darse una vuelta por esta ciudad y usar todos los sentidos para experimentarlo. Por ejemplo: el estado y sus instituciones son la melodía cotidiana en Berlín. Las sirenas de la policía, de las ambulancias o los bomberos suenan una y otra vez de modo que, si bien siempre aturden, una ya las naturaliza. Así, creo yo, el Estado se hace presente también desde lo auditivo. Como acto reflejo, suenan las sirenas, se te paraliza el cerebro y seguido cruzás bien la calle. El problema de pasar mucho tiempo en este país creo es asimilar este rasgo.. ¿cultural? Que los caracteriza.

En otras partes del mundo, sobre todo en el sur económico, a lo largo de estas semanas se extendieron dictaduras cívico-militares, los gobiernos aprovecharon el pánico para suspender los derechos de todos los ciudadanos, obligados a estar confinados en sus casas. Hay exponencialmente más personas arrestadas que contagiadas. Los subsidios que ofrecieron los gobiernos, si lo hicieron, son un chiste. Probablemente no alcancen las camillas o respiradores en los hospitales, la gente muere en las calles, a veces no hay un adentro donde aislarse o el adentro es peor o más peligroso que el afuera, o por motivos obvios hay que salir igual y las clases medias y altas se fagocitan  denunciando a sus vecinos o criticando a quienes violan la cuarentena.

Y en Alemania la situación parece ser distinta porque por un lado no cunde el pánico entre los zombis y por el otro, los pobres están confinados hace tiempo en campos. 



Comentarios

Entradas populares